Soneto del crepúsculo

Un trozo de crepúsculo doliente, me trajo a la memoria los ocasos, de ciertos melancólicos fracasos; que van acordonàndose en la mente. Será que nadie sabe lo que siente un corazón que llora mil acasos... Será que va arrastrando en suaves pasos una nostalgia quieta y diferente. Que bello fue vivir en paz un día; sin tantas penas sordas que vertieran toda la sal del mar al alma fría. ¡Quisiera que las tardes se murieran, que alguna primavera fuera mía... y todos mis pesares se perdieran! Creative Commons License
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